En 2023, el consumo de almendras en España vivió un espectacular incremento del 32,6% respecto al año anterior, alcanzando los 14,7 millones de kilos, frente a los 11,1 millones registrados en 2022. Así lo confirman los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejan no solo una mayor demanda, sino también el creciente reconocimiento de la calidad incomparable de la almendra española.
Una campaña que marca la diferencia
Detrás de este éxito se encuentra la iniciativa ‘Sustainable EU Almond’, liderada por la asociación Spanish Almond Board-Almendrave en colaboración con el Centro Nacional de Competencias de Frutos Secos de Portugal (CNCFS). Esta campaña ha sido clave para poner en valor el origen ibérico, la sostenibilidad y la calidad premium de las almendras cultivadas en la península, fortaleciendo su imagen en un mercado cada vez más exigente.
Un sector en transformación y crecimiento
En los últimos años, la producción de almendras en España ha experimentado un crecimiento exponencial, gracias a la adopción de sistemas superintensivos de cultivo. Este avance ha permitido diversificar las variedades cultivadas, destacando nombres como guara, belona y avijor lauranne, cultivadas principalmente en secano bajo prácticas agrícolas sostenibles. Estas variedades no solo refuerzan el compromiso con el medioambiente, sino que dotan a la almendra española de una identidad única en el panorama global.
Aunque España sigue importando grandes volúmenes de almendra californiana, su papel como exportador es incuestionable. El país ocupa el segundo lugar mundial en exportaciones, con un 9% del mercado global. En 2023, las exportaciones españolas alcanzaron los 130,8 millones de kilos, siendo los mercados europeos, liderados por Francia y Alemania, los principales destinos. Entre los productos estrella, la harina de almendra destaca por su creciente demanda.
Singularidad y excelencia: los pilares de la almendra española
Pere Ferré, portavoz de Almendrave, la comparación es clara: «Comparar la almendra española con la de otros países es como hacerlo entre un jamón ibérico de bellota y uno serrano». ¿Qué hace única a la almendra española?
- Protección natural: Su cáscara dura actúa como un escudo frente a productos químicos y contaminantes externos.
- Sabor inigualable: Un elevado contenido de aceite que le confiere un perfil sensorial único, ampliamente valorado por consumidores y chefs.
Retos y oportunidades: hacia el futuro
El sector encara desafíos como la fuerte competencia de almendras importadas, pero iniciativas como ‘Sustainable EU Almond’ están consolidando su posición en mercados estratégicos. Además, la apertura del mercado chino supone una oportunidad de oro, con proyecciones de exportar hasta 50.000 toneladas de almendra en grano al gigante asiático en los próximos años.
La almendra española no es solo un alimento; es un símbolo de tradición, innovación y excelencia. Su futuro dependerá de seguir comunicando sus cualidades únicas y afianzando su liderazgo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.